OTROS NOMBRES QUE DICEN
MUCHO

Si tienes presentes estos nombres que puedes ver
a continuación irás recordando tus años de infancia y juventud
cuando recorrías estos caminos para realizar los trabajos de cada
día en un pueblo que es esencialmente agrícola: Labrar, mover,
sembrar, escardar, segar, acarrear, trillar, aventar, y meter el
trigo en el granero. Otros trabajos del hombre del campo eran:
Pastor, hacer leña, hacer aliagas, limpiar las parideras,
sacar el fiemo y preparar las hortalizas en el huerto. Como puedes
ver muchas cosas, pocos medios y mucho esfuerzo y trabajo. Aquellos
tiempos eran tiempos de sacrificio y de renuncia. Creo que en este
aspecto no estaba bien acertado el poeta cuando dijo "CUALQUIER
TIEMPO PASADO FUE MEJOR". Podemos decir, sin temor a equivocarnos,
que este tiempo presente nos trae más comodidad y más medios para
vivir mejor con menos sacrificio. Pero también podemos preguntarnos:
¿Gozaremos de aquella paz vivida en el recinto de un pueblo familiar
y de un hogar casero y entrañable?. Ahí queda la pregunta en
el aire. A nosotros nos toca dar la respuesta con nuestra vida
diaria.


FUENTES NATURALES, LA SIMA
Como lugar de
montaña, Rubielos de la Cérida es rico en fuentes y manantiales, que
proporcionan excelentes aguas. En el núcleo urbano hay tres cuya
agua procede, como la del abastecimiento de las casas, del manantial
del Hocinillo, si bien muchos prefieren por su mejor calidad, la que
mana de la fuente del Pez. Por todo el término se reparten las
fuentes del Salobre, del Salitre, que dan aguas saladas, de las
Ruecas, Roquillas, Motorrita, y de la Novia, pozo privado en el
mismo pueblo protegido por una original construcción semicircular.
Hay asimismo varias
balsas que recogen el agua de lluvia por las agüeras, para dar de
beber al ganado, y que reciben bellos nombres como el Balsete de
Bermejo, de la Sierra, de la Balsa del Monte..., o la acondicionada
acequia de San Juan, que recibe el epíteto de río al carecer de
ningún otro natural en el término. En las proximidades del camino de
Bañón se encuentra el humedal o aguadera de San Antonio, con una
fuente construida por los años 40 donde mana agua de manera continua
para abastecer un abrevadero y un lavadero. Antaño se llevaban allí
a pastar a los animales de labor.
El terreno, de tipo
kárstico, presenta una sima en el mismo pueblo conocida como el
Charco. Es una hendidura natural sobre terreno calcáreo, rico
también en sílice y magnesio, de profundidad media. y que constituye
la seña de identidad por excelencia de la localidad, alrededor de la
cual ha transcurrido la vida de sus vecinos. Existe la opinión de
que el agua de esta sima abastece a la fuente de la Virgen de los
Navarros de Fuentes Claras. En cualquier caso, Madoz la describe
como “una gran laguna en medio del pueblo de 40 palmos de
profundidad, en cuyas aguas se crían excelentes tencas!’,

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